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  • ¿Ha muerto el cheque? Todo lo que debes saber sobre este método de pago

    ¿Sabías que un cheque y un pagaré no son exactamente lo mismo? Te explicamos todos los detalles para que no cometas errores a la hora de cobrar a través de este método de pago.

    Hombre firmando cheque

      El cheque es un método de pago que, aunque cada vez se utiliza menos, todavía sigue presente. Aprender a cobrar un cheque bancario de forma correcta es tan importante como conocer las características que lo diferencian de otros medios de pago como el pagaré.

    Historia del cheque bancario

    El cheque bancario nace a mediados del siglo XVIII en Reino Unido. En 1708, cuando la reina de Inglaterra concedió al Banco de Inglaterra la potestad exclusiva para emitir billetes, obligó al resto del sistema bancario a reinventarse. Como consecuencia de no poder imprimir billetes para efectuar los pagos y cobros de sus clientes, el resto de bancos del país crearon el cheque bancario. De modo que, a través de este nuevo método de pago, el tejido empresarial de la época logró seguir funcionando: los deudores escribían en el cheque la cantidad a cobrar por sus acreedores, quienes una vez en el banco, extraían de la cuenta corriente del deudor la cantidad de dinero acordada. Así, los primeros cheques creados eran totalmente manuscritos, pero conforme este método de pago fue cogiendo cada vez más importancia en el sistema económico, apareció el formato impreso y, posteriormente, la libreta de cheques.  

    Diferencias cheque bancario y pagaré

    A pesar de que por su nomenclatura ambos términos pueden confundirse, el cheque bancario y el pagaré no son exactamente el mismo método de pago. Coinciden en el objetivo de saldar una deuda con un acreedor, pero difieren en el método para llevarlo a cabo. ➜ El cheque bancario no estipula ninguna fecha de vencimiento a la hora de cobrar la cantidad escrita en el documento, tampoco específica el nombre de la persona que debe cobrarlo en el banco. ➜ En el pagaré aparece especificada la fecha en la que ha de hacerse efectivo el cobro. Igualmente, en el pagaré no se aceptan cobros al portador. Es decir, se trata de un documento nominativo que debe estar dirigido a una persona concreta. Otra de las grandes diferencias entre el cheque y el pagaré es que, en el caso del segundo, no siempre interviene un banco. A diferencia del cheque que siempre está avalado por una entidad financiera, la seguridad del pagaré puede proceder de un avalista.  En resumen, podemos concluir que el cheque tiene como principal objetivo saldar una deuda sin necesidad de utilizar físicamente dinero en metálico. A pesar de que en los últimos años y gracias a la digitalización de la banca han ganado presencia otros sistemas de pago, el cheque bancario todavía es una herramienta utilizada en el ámbito empresarial. Por su parte, la finalidad del pagaré es ejecutar una promesa o compromiso de pago en un plazo acordado entre deudor y acreedor. De ahí que lo más habitual es que en este procedimiento solo intervengan el futuro beneficiario del dinero y el emisor del mismo.  

    Errores comunes al cobrar o emitir un cheque

    Como venimos mencionando y teniendo en cuenta el desconocimiento que existe para algunas generaciones respecto a la figura del cheque, es conveniente saber que cualquier mínimo error en la redacción del mismo es suficiente para que este método de pago quede invalidado por el banco. Entras las causas que pueden motivar que un cheque bancario no pueda ser cobrado destacan:

    • Defectos formales en el cheque:

    En este apartado se incluyen equivocaciones que afectan a la firma o la numeración del cheque:

      • Relativos a la firma: Ausencia de la firma del deudor, que esta sea diferente a la que el banco tiene registrada o falta de la firma del acreedor.
      • Relacionados con la numeración: Normalmente los errores de este tipo están vinculados a que la numeración no corresponde con el talonario del emisor.
    • Crédito insuficiente:

    La entidad bancaria puede rechazar el cobro del cheque si la cuenta corriente de la que debe extraerse el dinero no tiene la cantidad adeuda suficiente.

    • Otro tipo de causas:

    Junto a las razones anteriores, pueden darse otros fallos que dificulten o entorpezcan el cobro del cheque. Estos son algunos de los más comunes:

      • El deudor y firmante del cheque no tiene cuenta corriente en la entidad financiera asociada.
      • El cheque fue revocado por el titular.
      • Existen alteraciones evidentes en el cheque: roturas, rayones o cambios en el tipo de letra.
      • Se trata de un cheque nominativo (dirigido a una persona física específica) e intenta cobrarlo otra persona cuyo nombre no aparece en el documento.

    En términos generales, no hay razón para desconfiar de un método de pago como el cheque ya que se trata de una herramienta segura que, hoy por hoy, sigue cumpliendo su función en el ámbito económico y empresarial. Las premisas anteriores tienen como único objetivo informarte sobre los requisitos mínimos de calidad que debe contener un cheque para poder cobrarlo sin ningún problema.  

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